Vista de Málaga desde el mar

As. de Obiedo: f:^t (parte inferior)

La estampa de Alonso de Oviedo muestra a la derecha el Muelle Viejo, el Castillo de Gibralfaro y la Alcazaba, pudiendo distinguirse algunos de los elementos de ambas fortalezas, como la Torre Blanca o la del Homenaje y el Haza o Corral de la Alcazaba. Las defensas se prolongan hacia occidente con el recinto murado de la ciudad, en el que se abren sus diferentes puertas. Sobresale el caserío de las murallas, destacando los numerosos campanarios pertenecientes a iglesias, hospitales y conventos y, especialmente, la cabecera de la Catedral en construcción, con sus bóvedas vaídas en la cubierta.
A pesar de la rudimentaria técnica del grabador, hay un indudable encanto en la simplicidad de los recursos que adopta, para aportar alguna sensación de perspectiva. De nuevo se juega con la densidad de puntos y líneas, que se van incrementando en número y reduciendo en tamaño con la cercanía a la playa, intentando reproducir la intensidad del oleaje. En la costa se produce un gran ajetreo de embarcaciones de muy diverso tipo: pequeñas barcas de remo, naves de mediano tamaño y vela latina, y grandes galeras. El mar cobra un especial protagonismo, como también hemos visto en otros grabados de los Ocios, respondiendo a la importancia que le concedía Juan de Ovando como engaste de Málaga, prado azul en que sestean sus barcos, espejo en que se mira la ciudad, linfa que baña sus bellezas, y puerta de comunicación con el mundo

Ejemplar digitalizado de la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid., ref.: BH FLL Res.1036.
https://books.google.es/books?id=Qc5pQmSIV-8C&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

La última estampa del libro es una Vista de Málaga desde el mar, que acompaña a su Descripción Panegírica de Málaga. Como indica el profesor Cuevas, para Ovando Málaga es un modo de entender la vida, que se eleva desde la fenomenología de lo bello a una verdadera metafísica basada en el color y la luz, y este canto lírico a su ciudad se destaca también con el grabado, que ofrece un perfil de Málaga que ya contaba con algunos antecedentes en el siglo anterior en las láminas de Hoefnagle y de Antón Van den Wyngaerde.

Castellón Serrano, F. (2013). El grabado calcográfico en la Málaga Moderna. Francisco de la Torre, grabador y maestro de dibujo. Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga, pp. 33-34.

Ovando y Santarén, J. de (1987). Ocios de Castalia en diversos poemas. Edición, introducción y notas de Cristóbal Cuevas García. Clásicos malagueños. Diputación Provincial de Málaga